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Traducción de 'Religion is no excuse for mutilating your baby's penis', escrito por Brian D. Earp y publicado en Practical Ethics el 28 de junio de 2012.

Circuncidar a menores por motivos religiosos equivale a graves daños corporales, de acuerdo con un fallo de la corte alemana publicado el martes. Según informa AFP:

El tribunal regional de Colonia, al oeste de Alemania, dictaminó que "el derecho fundamental del niño a la integridad física pesa más que los derechos fundamentales de los padres. La libertad religiosa de los padres y su derecho a educar a sus hijos no resultarán excesivamente comprometidos, si se vieran obligados a esperar hasta que el niño pueda decidir ser circuncidado".

Esto me parece bastante razonable. Sin embargo, ha habido un gran revuelo en la comunidad judía. De nuevo, según AFP:

El jefe del Comité Central de Judios, Dieter Graumann, dijo que el fallo era "una intromisión dramática y sin precedentes en el derecho de las comunidades religiosas a la libre determinación" y que la sentencia era un acto "indignante e insensible. La circuncisión de niños recién nacidos es una parte prefijada de la religión judía y se ha practicado durante siglos en todo el mundo."

Quiero agregar que el hecho de que una práctica se haya llevado a cabo desde hace mucho tiempo no es (obviamente) argumento a favor de su licitud moral, sobre todo cuando la discusión se refiere a someter a menores indefensos a cirugía genital irreversible. Podría citar algunos ejemplos de otras costumbres con una larga tradición histórica que, sin embargo, han sido consideradas como bárbaras por la sociedad moderna, pero me parece innecesario. En cualquier caso, hay comunidades enteras de judios progresistas que han llegado a la conclusión de que la extirpación de tejidos sexualmente sensibles sin el consentimiento de los niños no es parte de ningún plan amoroso de Dios. Esta es la página web de Judios contra de la circuncisión [enlace en inglés]. Lea cuidadosamente cuanto desee.

Sin embargo, estos librepensadores no han convencido a la mayoría de sus hermanos. En una entrada acerca del caso titulada "Tribunal alemán declara el judaísmo un crimen" [enlace en inglés], Walter Russell Mead denuncia en su blog el claro anti-semitismo:

Prohibir la circuncisión infantil es esencialmente convertir en ilegal la práctica del judaísmo en Alemania. Una vez más, es un crimen ser judio en el Reich. Tal vez a las personas declaradas culpables de practicar circuncisiones ilegales se les pueda exigir llevar una estrella amarilla.

¿Es eso realmente lo que está pasando aquí? ¿Fanatismo? ¿Nazismo, otra vez? Uno de los comentadores del blog, "James", da la réplica a Mead. Voy a transcribir sus pensamientos en detalle ya que dan en el blanco con precisión:

Esto es un titular barato para llamar la atención. En este caso, el tribunal se enfrentó a una serie de derechos en conflicto. Por un lado, los padres tienen el derecho a practicar su religión y criar a sus hijos como mejor les parezca. Por otro lado, el niño tiene derecho a la integridad física y el (futuro) derecho a su propia libertad religiosa.

Estos derechos se oponen necesariamente. Cuando ciertos derechos entran en conflicto, el tribunal debe tratar de conciliarlos. Si esto no fuera posible, el tribunal debe entonces sopesar su importancia y determinar cual debe tener prioridad. Las mentes razonables pueden equilibrar esos derechos de manera diferente. Tal vez [Mead] piensa que se debe conceder prioridad a los derechos de los padres. Muy bien. Aunque en conflicto por este caso, puedo estar de acuerdo. Sin embargo, desacreditar a la Corte como antisemita y declarar que el judaísmo es un "crimen" es demagogia pura y no está a la altura [del Sr. Mead].

En The Dish, Andrew Sullivan se suma con otra réplica [enlace en inglés] acertada:

El tribunal, en efecto, llega a un punto clave: ¿pueden los padres de forma permanente mutilar los genitales de un niño para perseguir sus metas religiosas? Tengo una visión bastante amplia de la libertad religiosa, por lo que me alinearía al lado de la permisividad aquí. Pero que esto es un asalto a un niño me parece evidente. Si no se hiciera por razones religiosas, estaría prohibido. Por tanto, no veo que ilegalizar esta mutilación sea  intolerante.

Y la libertad religiosa en cuestión es, obviamente, no la del niño. Si quiere, puede mutilar sus genitales más adelante como señal de su compromiso religioso, cuando tenga edad suficiente para ser capaz de hacer esa elección por su propia voluntad. En algún momento, uno sólo puede esperar que esta barbarie desaparezca. Y no tendrá nada que ver con el antisemitismo o la islamofobia, sino que será por la defensa de la libertad de los hombres judíos y musulmanes a elegir su religión, y no tenerla permanentemente marcada en forma de cicatriz en sus pollas. Será por el derecho a no ser asaltado físicamente de niño, para poder crecer con el cuerpo que has nacido. Y eso es un derecho humano fundamental, más fundamental, en mi opinión, que el derecho de los padres a expresar su propia fe mediante el cuerpo mutilado de otra persona sin su consentimiento.

Me viene a la memoria la advertencia de Richard Dawkins:

No existen los niños cristianos, sólo hay niños de padres cristianos. Siempre que usted oiga la frase niño cristiano o niño musulmán o niño protestante o niño católico, la frase debe rechinar como las uñas en una pizarra.

Dawkins, Sullivan y "James", de una u otra manera, sacan el tema de la libertad religiosa de los niños: la capacidad de una persona joven para determinar sus propias creencias religiosas a su tiempo. Vamos a explorar esta idea.

Un bebé recién nacido no tiene ninguna creencia. No se puede decir que un recién nacido crea en ningún dios, ni mucho menos el dios del judaísmo o del Islam o del cristianismo. A fortiori, los bebés no pueden avalar ninguna costumbre que se derive de la creencia en una determinada entidad sobrenatural, y ciertamente no una costumbre que exiga que el propio bebé, antes de hablar, sea atado a una tabla y se corten sus órganos sexuales apenas unos días después de nacer.

Algunos bebés, una vez crecidos, después de haber sido sometidos a este procedimiento, y ser criados en una comunidad cuyos fuerzas educativas obligan a sus miembros a creer que el creador del Universo demanda que sean circuncidados, pueden, en cierto modo, "con carácter retroactivo" dar el consentimiento a lo que se les hizo fuera de su control. "No me importa que mis padres ordenaran que mi prepucio fuera retirado cuando era un bebé", podrian decir estos adultos, "porque creo en el mismo dios que mis padres me enseñaron a creer, y creo que que estaban actuando bajo las órdenes de Dios. Cuando me enfrente a la misma elección con mis propios hijos, seguiré los mandamientos de mi dios y pediré que parte de los genitales de mi descendencia masculina sea cortada a los pocos días de vida."

Sin embargo, otros niños al crecer tal vez no sientan de esta manera. ¿Qué pasará con los niños judíos (o musulmanes) que rechacen la fe de sus padres, que no crean en Dios, o que crean en un dios más afectuoso, uno que nunca obligaría a la mutilación genital de los bebés? Esos bebés han tenido sus penes irreversiblemente marcados al servicio de unas creencias que no mantienen en la edad adulta. Por supuesto, hay espacio para que el sistema jurídico de una sociedad pluralista pueda determinar que estos bebés tienen derecho a la integridad física y tienen derecho a tomar decisiones sobre sus propios penes cuando sean mentalmente competentes para hacerlo.

Como hice en un mensaje anterior , voy a cerrar con las inolvidables palabras del antropólogo Donald Symons. Se refiere en este pasaje a la ablación femenina, pero el punto subyacente es igual para los hombres:

Si una sola persona en el mundo sujetara a una niña aterrorizada, luchando y gritando, le cortara los genitales con una cuchilla, y los cosiera, la única pregunta sería con qué gravedad debería ser castigada esa persona, y si la pena de muerte sería una sanción suficientemente severa. Sin embargo, cuando millones de personas hacen esto, en lugar de ser magnificado millones de veces, de repente se convierte en "cultura", y por lo tanto magicamente se convierte en menos, en lugar de más, horrible."

La "cultura" no puede justificar el corte genital no consensuado de los bebés. Tampoco puede la religión. Aunque yo creyera sinceramente que el creador del Universo me había ordenado eliminar tejido genital de mi hijo sin su permiso, tendría que declinar por razones éticas. "Dios me dijo que lo hiciera" ya no es un reemplazo aceptable para el razonamiento moral en la era moderna. El tribunal alemán dictaminó correctamente.


 
Escrito por Almudena de Cabo y publicado en Diario Sur el 28 de junio de 2012.

Un tribunal de Colonia no ha dudado en tachar la circuncisión religiosa de menores de edad como "ilegal" porque supone «un daño punible». Según el juez, el derecho de poder decidir por sí mismo del niño pesa más que la libertad religiosa. Para los musulmanes y judíos, la sentencia resulta indignante. "Es contraria a la integración y discrimina a los implicados", bramó el presidente de la comunidad del Islam, Ali Demir. Por su parte, el Consejo Central de los Judíos ha considerado el veredicto "un acto inaudito e insensible".

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Traducción de 'The Clergy Project: Do Atheist Clergy Change The Religion Game?', escrito por Greta Christina y publicado en su blog el 20 de junio de 2012.

¿Qué sucede cuando una persona del clero -un pastor, un sacerdote, un rabino, un imán- se da cuenta de que ha dejado de creer? ¿Y qué pasa cuando lo dice en voz alta? ¿Qué sucede cuando se encuentran unos a otros, cuando se apoyan mutuamente para hacer frente a sus crisis, cuando se ayudan con recursos, orientación laboral y asistencia práctica? ¿Qué sucede cuando se animan unos a otros a hacerlo público? ¿Podría esto afectar a alguien más que a si mismos y sus seguidores? ¿Podría cambiar la forma en que la sociedad en conjunto piensa y siente acerca de la religión?

Eso es lo que el Proyecto del Clero está descubriendo. En los últimos años, los ateos han sido noticia. Sin embargo, durante las últimas semanas, la atención de los medios de comunicación se ha centrado en ateos de una clase inesperada: los miembros del clero. Y en particular, la atención se va al Proyecto del Clero, un lugar de reunión en línea y grupo de apoyo que existe específicamente para estas adiciones inesperadas a las filas de los sindios.

El proyecto se inspiró en el estudio piloto de 2010 llevado a cabo por Daniel C. Dennett y LaScola Linda, "Predicadores que no son creyentes" [PDF en inglés], que expuso y exploró el fenómeno sorprendentemente común de los clérigos no creyentes. La necesidad de dar apoyo a estas personas -y si fuera posible, una estrategia de salida- fue inmediatamente reconocida en la comunidad atea, y la financiación inicial para el Proyecto del Clero fue proporcionada rápidamente por la Fundación Richard Dawkins para la Razón y la Ciencia. Fundado en marzo de 2011 con 52 miembros, el Proyecto del Clero en la actualidad cuenta con más de 270 miembros -y gracias a recientes noticias en MSNBC, NPR, Religion News o la CNN- las solicitudes de ingreso han ido aumentando a un ritmo aún más dramático.

La cascada de noticias comenzó cuando la pastora metodista Teresa MacBain llegó a la convención de Ateos Americanos, después del Rally de la Razón del pasado marzo, e hizo una dramática aparición no programada en el podio para anunciar que era atea. "Estar en un grupo de personas con las que pude compartir abiertamente sin temor a la persecución, me dio el coraje para revelarme", me dijo. "La oportunidad de estar delante de la multitud, salir como atea y compartir información sobre el Proyecto del Clero era demasiado buena para dejarla pasar. No podía aguantar más. Era ahora o nunca para mí. Cuando me  acercaba a ese escenario, sentí miedo como nunca."

MacBain había estado cuestionando su fe desde su adolescencia, cuando encontró contradicciones en la Biblia. "Fui a mi padre en busca de respuestas", dijo. "Él simplemente me dijo que los caminos de Dios son mucho más altos que los nuestros, que no podemos entender todo en la Biblia. Nuestra respuesta debe ser la fe, no la duda. Me dijo entonces que dudar era un pecado. Me fui ese día y reprimí los preguntas. Esta práctica me ha seguido durante décadas."

Pero con el tiempo, las preguntas aumentaron. Se libró de su literalismo bíblico, que en un principio le ayudó a resolver sus dudas acerca de las contradicciones bíblicas, pero esto pronto abrió el camino a otras preguntas. "Cosas tales como la teodicea, la cuestión del infierno, la omnipotencia de Dios y su falta de intervención en los acontecimientos trágicos, la historicidad de Jesús... todo esto salió a la superficie exigiendo una respuesta" dijo. "Mi trabajo para responder a estas preguntas se inició con la idea de que al descubrir la verdad, se crearía una fe más fuerte y me daría respuestas consoladoras para aquellos de mi iglesia que estaban tratando con los mismos problemas. En cambio, la verdad que encontré me llevó lejos de la fe."

Esta experiencia es común entre los miembros del Proyecto del Clero. La gente del clero, casi por definición, son personas que toman su fe en serio. Tienden a pensar cuidadosamente acerca de la religión. A menudo (aunque no siempre) estudian su religión al detalle. A diferencia de muchos creyentes, ellos en realidad leen la Biblia, la Torá, el Corán, o cualquiera que sea el texto sagrado de su religión. Piensan mucho sobre las preguntas que creyentes más informales están dispuestos a dejar pasar. Después de todo, es su trabajo.

Pero como muchos ateos te dirán, pensar cuidadosamente acerca de la religión es exactamente lo que les llevó a abandonarla. Cuando preguntas a los ateos, "¿Qué te hizo convertirte en ateo?" la lectura de la Biblia es uno de los más altos puntos de la lista. Y cuando le pregunté a Jerry DeWitt -director ejecutivo de Recuperarse de la Religión, licenciado del Proyecto del Clero y encargado de la criba de nuevos miembros- qué tipo de ideas y experiencias llevan con más frecuencia a los miembros del clero a cuestionarse y, finalmente, dejar su fe, respondió simplemente: "La incapacidad de la religión para dar respuesta o aliviar el sufrimiento humano."

Lawrence Hunter comparte esta experiencia. Un ex-pastor asociado en la denominación Pentecostal Negra de la Iglesia de Dios en Cristo, dice que un mal matrimonio "me permitió ver cómo la vida era en realidad, en lugar de las versiones de cuentos de hadas que se propugnan todos los domingos. Preguntas sobre el bien y el mal, la Biblia, el matrimonio, el sufrimiento, los diezmos, corrupción de la Iglesia y el infierno llenaron de mi mente. Me di cuenta de que necesitaba ampliar mi conocimiento."

Agrega que el fracaso de la religión para satisfacer las necesidades humanas básicas y el fracaso de los líderes de la Iglesia para vivir a la altura de las normas morales que exigen de su rebaño contribuyeron a su cuestionamiento. "Como predicador, pude ver que las oraciones no sanaban a las personas. A pesar de predicar sobre la riqueza, la única persona que recibe riqueza era el pastor. Pude ver que muchas, muchas personas tenian perturbadas sus facultades mentales y montones de problemas. Por no hablar de los escándalos y el adulterio. Esto me hizo mirar más profundamente y realmente descubrir la verdadera esencia de mi fe y por qué el Espíritu Santo no estaba en activo, como se supone que fue en los días de la Biblia. El resto es historia."

Y Catherine Dunphy, uno de los primeros 52 miembros del Proyecto del Clero, está de acuerdo. "Siempre fui curiosa acerca de la Biblia", me dijo, "y la leí, a pesar de que la Iglesia y sus sacerdotes dicen: 'No te molestes'. En ella encontré historias ridículas que sólo aumentaron mi confusión." Dunphy, ex-católica, también vió su fe sacudida por los escándalos de violaciones generalizadas de niños en la Iglesia católica, y por la inexplicable respuesta de la Iglesia a ellos. "El obispo de mi diócesis, un imbécil llamado Colin Campbell, emitió un comunicado diciendo que las víctimas fueron las responsables, ya que volvian al lado de los sacerdotes abusivos."

Pero para Dunphy, el último clavo en el ataúd de su fe fue darse cuenta de que las autoridades religiosas altamente entrenadas no tenian mejores motivos para sus creencias que nadie. "Recuerdo lo frustrada que me volvía en clase, ya que no me parecía que mis profesores tuvieran más autoridad que yo. Llegué a la conclusión de que todos éramos cómplices en la invención de estas cosas sobre la marcha."

Para muchas personas, el cuestionamiento y, finalmente, abandono de la religión puede implicar profundas luchas emocionales y psicológicas. Los ateos suelen decir que se siente alivio, incluso liberación, cuando finalmente renuncian a la disonancia cognitiva que la religión requiere, pero el proceso es a menudo difícil. Esto es aún más pronunciado en las personas del clero que, una vez más, tienden a tomarse más en serio la religión que el promedio de creyentes de la calle.

Pero para la gente del clero, esta lucha interna es sólo el comienzo. Para el clero, la pérdida de la religión no sólo significa hacerse preguntas como, "¿cómo puedo aceptar que la muerte es definitiva?" o "¿cuál es mi lugar en el Universo?" Significa preguntarse: "¿Cómo voy a pagar el alquiler?" Para la mayoría de los miembros del clero, revelarse como ateos significa la pérdida automática de sus medios de subsistencia. Sin embargo, ocultar su ateísmo significa vivir una mentira. Como MacBain dijo: "Una vez me di cuenta de que mi fe se había ido, comencé a buscar una salida. Mi conciencia me fastidiaba continuamente, pero sentía que las necesidades de mi familia requerian que hiciera el camino de salida lentamente. Tomé un trabajo temporal (tuve que trabajar 80 horas a la semana) con el fin de pagar algunas cuentas que harían más fácil la transición. Con el paso de las semanas, la agitación aumentaba de manera exponencial."

Y los miembros del clero que abandonan su fe no sólo se enfrentan a la pérdida de sus medios de subsistencia. Son propensos a perder la importancia y el respeto que se da comúnmente a los líderes religiosos. Y aunque cualquiera que se declare ateo puede ser blanco de hostilidad y fanatismo, la dosis de veneno es mayor cuando se trata de un miembro del clero. Cuando Teresa MacBain llegó a casa de la convención de Ateos Americanos, "Las autoridades de la iglesia había cambiado las cerraduras de la iglesia y me llevó casi dos meses recoger mis pertenencias. Mi servidor de correo electrónico, buzón de correo y de mensajes de voz se llenaba diariamente con amenazas veladas, declaraciones llenas de odio de mi muerte inminente y mensajes francamente desagradables. Un caballero me dijo que no podía esperar el momento de llegar al cielo, mirar hacia abajo y ver la carne quemada de mi cuerpo en el infierno."

Esto es exactamente por lo qué el Proyecto del Clero fue fundado. En esta comunidad en línea confidencial, los miembros puedan debatir libremente los problemas a que se enfrentan al dejar el ministerio y el establecimiento de una nueva vida. Esto implica apoyo emocional y psicológico, por supuesto -ayudar en la lucha frente a cuestiones éticas y filosóficas que a menudo surgen al convertirse en ateo, consejos sobre revelarse como ateo a familiares y amigos, y así sucesivamente. Pero también puede consistir en consejos prácticos y apoyo: los miembros pueden compartir ideas en la búsqueda de una salida del ministerio y en busca de nuevas carreras, y pueden compartir los recursos que los recién llegados al ateísmo no suelen tener en cuenta.

En este momento, el Proyecto del Clero es ante todo un grupo de apoyo. Sin embargo, la organización está trabajando para ampliar su alcance, para proporcionar una asistencia más tangible que los clérigos ateos tan desesperadamente necesitan. Se están preparando ahora para poner en marcha un grupo de recursos que incluye la preparación para nuevos empleos - preparación de curriculum vitae, técnicas de entrevista, contratación de empresas que trabajen con los miembros para guiarles-, así como consejería secular, trabajando con el Proyecto del Terapeuta para ofrecer los servicios de asesores laicos que están donando su tiempo a los miembros del Proyecto del Clero. Y están planeando -pronto, esperan- proporcionar capacitación para el trabajo, préstamos a corto plazo y alojamiento temporal para los miembros del clero ateos que quieran dejarlo.

Pero puede que tengan que trabajar duro para ellos. Nadie sabe a ciencia cierta cuántos miembros del clero son secretamente ateos (o están en la frontera, con serias dudas acerca de su religión). Sin embargo, casi todos con los que he hablado en el Proyecto del Clero tienen fuertes sospechas de que las cifras son altas, más altas de lo que nadie podría esperar. MacBain dice: "Definitivamente, es más común de lo que nadie piensa". DeWitt está de acuerdo: "Mi experiencia me dice que es muy común. En más de 25 años de ministerio he visto muy pocos ejemplos de otra cosa que ministros que viven vidas 'normales' a pesar de sus afirmaciones sobrenaturales. Tienen que ver la falta de congruencia." Y Dunphy está de acuerdo: "Antes de descubrir el estudio de LaScola pensaba que yo era algún tipo de rareza. Quiero decir, ¿quien entra en la teología y sale ateo? parece que un montón de gente."

El aumento del interés en el Proyecto del Clero parece confirmar esto. Desde que Teresa MacBain se reveló a sí misma en la convención de Ateos Americanos en marzo, 77 nuevos miembros se han unido al proyecto, y, en el momento de escribir estas lineas, hay 86 solicitantes más pendientes de las entrevistas. Como MacBain dice: "Esto parece indicar que hay cientos, si no miles, que se encuentran atrapados en el púlpito."

Entonces, ¿qué significa todo esto? ¿Por qué este asunto es importante, no sólo para los clérigos ateos, sino para cualquiera que se preocupe por la religión? Es importante porque, si los miembros del clero empiezan a abandonar públicamente la religión, el castillo de naipes podría colapsar.

Para la mayoría de creyentes, la religión no es algo que haya que pensar demasiado. Se quedan con la religión con la que se les crió siendo niños. La mayoría de creyentes tratan de seguir adelante con su día a día, y si les surgen preguntas difíciles acerca de su fe, a menudo asumen que sus líderes religiosos conoceran las respuestas, del mismo modo que asumimos que los pilotos saben cómo mantener los aviones en el aire. Tal y como Lawrence Hunter dijo, muchos creyentes "simplemente no pueden o no quieren hacer el trabajo de leer y de investigar sus creencias y otros aspectos de sus vidas. Es más fácil que se les diga a quién creer, votar, qué comprar, etc. La religión es el bálsamo que alivia las preguntas difíciles."

Pero, qué sucedería si las autoridades religiosas empiezan a reconocer que tampoco saben, si empiezan a reconocer que tienen las mismas preguntas y no han encontrado ninguna buena respuesta, si empiezan a reconocer que se las iban inventando sobre la marcha, si las autoridades religiosas comienzan a abandonar el acuerdo tácito entre ellos mismos de que estas preguntas y dudas se deben mantener entre sí y no deben ser compartidas con sus seguidores, si empiezan a decir en voz alta que la mejor respuesta que han encontrado a estas preguntas es "Dios no existe", si comienzan públicamente abandonar su religión y lo hacen en un número significativo. Va a ser mucho, mucho más difícil para los creyentes ordinarios aferrarse a sus creencias.

Yo estaba entre los espectadores en la convención de Ateos Americanos cuando Teresa MacBain salió al podio. Fue uno de los momentos más dramáticos y más intensos que he vivido. No hay muchas personas en el mundo que tengan tanto coraje, tanta integridad, tanta pasión por la verdad. No hay muchas personas en el mundo que estén dispuestas a arriesgarse a perder a sus familias, sus comunidades, su importancia, la base emocional y filosófica de sus vidas, incluso sus propios medios de subsistencia... porque priorizan la verdad sobre su bienestar personal.

Estas personas son una fuente de inspiración. Independientemente de lo que pienses de la religión o el ateísmo, son una fuente de inspiración. Y hay claramente un lugar en nuestra sociedad para ellos. Escucha a Lawrence Hunter: "Si yo fuera un pastor, que tuviera el control completo sobre mi iglesia, cambiaría el título de 'iglesia' por el de 'centro comunitario'. No predicaría la Biblia, citaría numerosas fuentes de literatura y sabiduría. Como afroamericano me centraría en los problemas de la  vecindad, como la pobreza, la falta de educación y una serie de males diversos. Desaparecerian los rituales tontos del bautismo y la comunión. Hay tantas cosas que las iglesias pueden y deben hacer para ayudar a sus comunidades, pero deciden ignorarlas."

Es evidente que hay un lugar en nuestra sociedad para estas personas. Y el Proyecto del Clero está tratando de crearlo.


 
Escrito por Édgar González y publicado en El País el 6 de junio de 2012.

Las autoridades intentan dar con el paradero de Álvaro Gámez Torres, líder de la congregación Evangélica Ministerio Apostólico Salem, quien es investigado por el abuso sexual de al menos 27 mujeres, la mayoría de ellas menores de edad, en el municipio de Pasto (Nariño).

La denuncia la hizo el argentino Héctor Navarro, presidente de la Red de Apoyo a Víctimas de Sectas. Videos y fotografías, tomadas con cámaras ocultas puestas por el personal de la iglesia de Salem, serían las aberrantes pruebas en contra del falso “ungido por Dios”, como el pastor se autodenominaba.

[...]

De acuerdo con Navarro, en Bogotá, Cali y Medellín más de 50 mujeres habrían sido engañadas por Gámez para tener sexo con él. Según las investigaciones, “el hombre les decía que al entregarle su virginidad tendrían privilegios y bendiciones, y que si alguna llegaba a contar algo a sus familiares le caería la maldición de Judas y las siete plagas de Egipto”.

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Traducción de 'An Open Letter to Mr. and Mrs. Curnow', escrita por Julie Price y publicada en The L Wire el 24 de junio de 2012.

Estimados Sr. y Sra. Curnow,

Por favor, acepten mis más sinceras felicitaciones por su reciente matrimonio. Sólo puedo imaginar la alegría que ambos están sintiendo en este momento, sabiendo que han hecho un compromiso tan importante y universalmente reconocido a la persona a la que han elegido para pasar el resto de su vida. Si las cosas siguen como están actualmente en el Reino Unido, tendré que conformarme con imaginar esa sensación. Verán, yo soy lesbiana y no estoy, por lo tanto, legalmente autorizada para casarme con la persona que he elegido para pasar mi vida. Supongo que deben estar muy ocupados en este momento, disfrutando de la luna de miel, pero espero que estén dispuestos a tomar algunos minutos para tratar de entender por qué me resulta muy molesto, confuso y frustrante que a los dos se les permita casarse con la persona que han eligido, pero yo no pueda.

Soy una persona normal, tengo familia y amigos a los que quiero, un buen trabajo del que disfruto, y una casa bonita y confortable. ¿Les suena familiar? Espero que sí, porque tengo una vida maravillosa y aprecio cada día lo afortunada que soy. Tengo un hermano que es dos años mayor que yo. Cuando éramos pequeños peleabamos como perro y gato, pero, al mismo tiempo, nos hubieramos defendido el uno al otro con nuestras vidas si alguien hubiera intentado hacer daño al otro.

Al crecer, nuestros padres siempre nos trataron por igual, sin favoritismos, sin estereotipos, sólo con amor. Desde que podía caminar, todo lo que quería era tener un balón en los pies. Mi hermano era más tranquilo que yo, pero con el tiempo desarrolló la confianza para empezar a escribir e interpretar música. Nos animaron siempre a seguir nuestros sueños y pasiones y nos dijeron que no había nada más allá de nuestras capacidades si nos esforzabamos al máximo.

Nuestros padres también nos inculcaron un agudo sentido de la justicia, del bien y del mal. Cuando le preguntaban que quería para nuestro futuro, nuestra madre simplemente respondía que esperaba que ambos fueramos "felices, sanos y bien adaptados." Ahora que somos un poco mayores y, es de esperar, un poco más sabios, mi hermano es mi mejor amigo . Y, como en una profecía autocumplida, somos todas esas cosas que nuestra madre deseaba. Sin embargo, a los ojos de la ley no somos iguales.

Mi hermano y yo siempre hemos sido muy similares: ambos amamos la música, a ambos nos gusta la comida china y a ambos nos atraen las mujeres. El hecho de que él sea un hombre significa que, cuando llegue el momento, podrá casarse con la mujer de sus sueños. El hecho de que sea mujer significa que no podré. Para alguien que fue criada por una familia que me rodeaba con los valores del amor, la justicia y la igualdad, es realmente doloroso. No puedo esperar que llegue el día en que mi hermano se case con la mujer que decida para pasar el resto de su vida y estoy segura de que a él también le encantaría verme casada con la persona que yo elija, pero, en el momento actual, sólo uno de nosotros tiene ese derecho.

Tengo entendido que ustedes han entregado recientemente una petición al 10 de Downing Street que contenía las firmas de 500.000 personas, en nombre de la Coalición para el Matrimonio que cree que el matrimonio debe seguir siendo sólo entre un hombre y una mujer. Observo con gran tristeza como una hermosa novia y un novio guapo, que recientemente se han embarcado en el viaje de la vida de casados, ha decidido pasar el que es sin duda uno de los momentos más felices de su vida, en la entrega de una petición que en definitiva se diseñó para negar ese derecho y esa felicidad a otros.

He leído y escuchado muchos argumentos de aquellos que se oponen a la igualdad de matrimonios y, por favor, créanme cuando les digo, yo respeto todas y cada una de sus opiniones. Con el mismo respeto, sin embargo, estoy total y apasionadamente en desacuerdo.

El Dr. Don Horrocks, de la Coalición para el Matrimonio, ha emitido muchas opiniones con respecto a los matrimonios homosexuales en los últimos años, en algunas de los cuales hace referencia a la poligamia y los caballos (pero eso es otra carta para otro día). Los temas que quiero plantear estan relacionados con las observaciones formuladas por el Dr. Horrocks en el vídeo de la Coalición para el Matrimonio publicado en su cuenta de YouTube que les muestra a ustedes durante la entrega de la petición a Downing Street.

En ese video, el Dr. Horrocks dijo que el matrimonio homosexual va a alterar el significado del matrimonio. Es mi creencia que el significado del matrimonio y lo que representa no va a cambiar. Lo único que cambiará es que más personas serán capaces de casarse. Siendo el matrimonio una institución tan importante en este país, como ha argumentado la Coalición para el Matrimonio, el que más gente pueda acceder a casarse sólo va a fortalecerlo en vez de debilitarlo, otro de los argumentos que presentó.

Otra de las opiniones que del Dr. Horrocks expresó que quisiera abordar es que la legalización del matrimonio del mismo sexo convertiría al matrimonio y la familia en un recuerdo histórico. Una vez más, para mi gran frustración, esta opinión fue expresada sin ningún tipo de justificación o de contexto.

Las familias en el Reino Unido tienen muchos colores, formas y tamaños. Una definición de familia es "una unidad social que consiste en padres y sus hijos, considerados como un grupo, ya sea viviendo juntos o no". Estoy segura de que estarán de acuerdo en que una madre soltera y su hijo o hijos no es menos una familia que otra con una madre y un padre (o los dos padres del mismo sexo para el caso). Se estima que hay unos 2 millones de padres solteros que viven en el Reino Unido, la mayoría de los cuales estoy seguro de que están criando a niños que son felices y prósperos.

Para mí, una familia es un grupo de personas, por lo general pero no siempre, unidos por lazos sanguineos, que dan un sentido de pertenencia, seguridad y amor. Lo curioso de argumentar que las parejas del mismo sexo pueden dañar las vidas de los niños es que ni una sola vez una pareja del mismo sexo concibió un hijo por accidente. Cada pareja de gays y lesbianas que deciden tener un hijo juntos debe planificarlo, a menudo con gran detalle; tanto si se trata de una pareja de lesbianas que necesitan encontrar un donante de esperma, una pareja gay que debe encontrar una madre de alquiler o cualquiera de estos buscando pasar por el  largo y a menudo difícil proceso de la adopción. Cada niño llevado a la casa de una pareja gay o lesbiana es querido.

Entiendo que su falta de voluntad para apoyar el matrimonio homosexual puede provenir de su opinión de que el concepto está en conflicto con sus creencias religiosas personales. Yo respeto a todos el derecho de defender los puntos de vista religiosos que desean, sin embargo, no puedo respetar que a esas opiniones se les permita evitar que otras personas, de fe diferente o no, puedan unirse en matrimonio.

La consulta del Gobierno sobre el matrimonio igualitario dice explícitamente que, si se aprueba la ley, el matrimonio homosexual tendría que llevarse a cabo en un ambiente civil sin contenido religioso. Se ha argumentado por los líderes religiosos que esto sería susceptible de impugnación sobre la base de los derechos humanos, sin embargo, es mi opinión personal que una vez que la legislación de igualdad de matrimonio esté en vigor, ya sea antes o después, el mejor escenario posible para todos sería que a los grupos religiosos que apoyen el matrimonio igualitario se les permita llevar a cabo ceremonias, mientras que quienes se opongan tengan su derecho a hacerlo respaldados por la ley.

He oído argumentar que, puesto que las parejas del mismo sexo son capaces de formar parejas civiles, no hay necesidad de permitir que se casen. No hay duda de que cuando las parejas civiles se introdujeron en el Reino Unido, en 2004, significó un enorme salto adelante hacia la igualdad de las personas LGBT. Sin embargo, muchos sentimos que éstas son casi una opción de segunda clase. El hecho de que podamos gozar de derechos legales como pareja es maravilloso, pero a los ojos de la sociedad no es igual - no es un matrimonio.

Imagínense llevar a su pareja a una fiesta y no poder realmente presentarla como su esposo o esposa. "Esta es mi pareja de hecho" no suena bien en  absoluto, ¿verdad? Suena casi clínico y ciertamente no es igual. Sra. Curnow, supongo por su visita a Downing Street que estará interesada en la política, ¿cree usted que cuando la mayoría de mujeres mayores de 30 ganaron el derecho a voto en el Reino Unido en 1918 debieron simplemente haber sonreído, decir "gracias" y aceptarlo? ¿O cree que tenían razón en seguir luchando por la igualdad hasta 1928, cuando finalmente todas las mujeres  ganaron los mismos derechos a voto que los hombres? Esto no hubiera sido posible sin sus aliados masculinos y las personas LGBT no podemos alcanzar la verdadera igualdad,sin el apoyo de nuestros aliados heterosexuales.

Como pareja de recién casados, supongo que estarán pensando en formar una familia algún día. Por favor, piensen por un momento cómo se sentirían si su hijo les dijera que es lesbiana, gay, bisexual o transexual. Créanme cuando les digo que, a pesar de tener la familia más compasiva que pueda desear, fue la conversación más difícil de mi vida. ¿Amarían menos a ese hijo? ¿Les gustaría que tuviera los mismos derechos que sus hermanos o hermanas heteros?

Me gustaría darles las gracias por tomarse el tiempo para leer esta carta y les insto a pensar seriamente acerca de por qué tienen un sentimiento tan fuerte de negar a parejas del mismo sexo el derecho a casarse, como para considerar apropiado vestirse con traje de boda y entregar en mano la petición en el 10 de Downing Street a principios de esta semana. Me gustaría saber su opinión sobre por qué ustedes creen que su propio derecho a casarse con la persona que aman es mayor y más legítimo que el mío.

Mientras tanto, les deseo a ambos todo lo mejor en su vida de casados. Estoy segura de que van a experimentar su parte de altibajos, pero creo que esta cita que leí hace poco lo resume: "si encuentras un camino sin obstáculos, es probable que no lleve a ninguna parte". Aunque pareza que viajamos por caminos diferentes en nuestras vidas, de todo corazón espero que algún día yo también pueda tener derecho legal a emprender el mismo viaje matrimonial que ambos no han hecho más que empezar, con la persona que yo elija.

Atentamente,
Julie Price

 
Escrito por Eva Sáiz y publicado en El País el 22 de junio de 2012.

Monseñor William Lynn, sacerdote de la archidiócesis de Filadelfia, se ha convertido en el primer alto cargo de la Iglesia católica de Estados Unidos en ser condenado por un caso relacionado con abusos de menores. A Lynn se le ha declarado culpable de poner en peligro la salud de menores de edad al no apartar de su destino a curas acusados de pederastia y permitir que continuaran en contacto con los niños. El prelado ha sido absuelto de otro cargo similar y de conspirar para poner en riesgo la salud de menores. El sacerdote, que se enfrentaba a un total de 27 años años de prisión, finalmente cumplirá hasta un máximo de siete, según señalan varios analistas.

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Escrito por Lucía Poza y publicado en El Confidencial el 23 de junio de 2012.

Con los inmigrantes musulmanes también han aterrizado en España doctrinas y sectas islamistas que están arrinconando a las interpretaciones más moderadas de esta confesión. Las fuerzas de seguridad y los expertos en integrismo religioso advierten del avance de los seguidores más fanáticos de Mahoma y señalan que su implantación está dificultando la integración social de estos extranjeros. En el peor de los casos, alertan de que el avance del radicalismo puede suponer incluso una amenaza para la seguridad nacional.

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When someone leaves behind religious faith, some of his former coreligionists may be tempted to accuse him/her of never been a "true believer" because the true believer doesn't question, let alone leave the familiarly and socially inculcated dogma since childhood. Loss of belief can be seen by those around the new atheist as a betrayal of the community of believers and self-condemnation ("You are dooming yourself to Hell!"). Questioning your own faith is a process that requires the same curiosity and commom sense that you apply to other facets of life, but above all it requires a great courage because by asking certain questions you run the risk of getting unpleasant answers that can shake one of the cornerstones of the personality of the believer. You must decide whether to cling to your belief or go where the truth leads you.

The opposite case is also shocking to us non-believers. Abandoning reason and embracing a religious faith inevitably makes us doubt the mental health of the new believer, because turning your back to reason seems to us inconceivable without losing your mind. We mistakenly assume that the atheist is so because the search for truth led him/her to acquire the knowledge necessary to cut through the ridiculous beliefs of the particular denomination to which he was exposed in its infancy. The virus of religious superstition can only be fought with the medicine of reason, though it is essential that the patient wants to take that medicine. However, it may happen that one who claims to be atheist -and certainly is if he/she does not pray to any god- has not reached his position about religion by conviction but by lack of indoctrination. He/she wasn't taught to believe, but neither was taught to question the irrational, and therefore he/she is not vaccinated against religion. In the absence of a broader and more precise terminology, we can say that he/she was not a "true atheist." Similarly, we can say that they are not true atheists those who temporarily abandon the practice of the rituals of their confession, perhaps because they have been touched by a tragic event, like a near death or serious illness or accident, which consequences they can not accept, and this produced in them a feeling of resentment towards the divinity that they consider is not attending their pleas. After the anger, they return to the flock because their atheism was not founded on reason.

 
Cuando alguien abandona la fe religiosa alguno de sus antiguos correligionarios puede caer en la tentación de acusarle de no haber sido nunca un "verdadero creyente", porque el verdadero creyente no se cuestiona y menos aún abandona el dogma familiar y socialmente inculcado desde la niñez. Dejar de creer puede ser visto por el entorno del reciente ateo como una traición y una autocondena. Cuestionarse la propia fe es un proceso que requiere la misma curiosidad y sentido común que aplicamos a otras facetas de la vida, pero sobre todo requiere un gran valor porque hacerse ciertas preguntas entraña el riesgo de encontrar respuestas desagradables, que pueden hacerse tambalear uno de los pilares fundamentales de la personalidad del creyente. Uno debe decidir si se aferra a sus creencias o si se deja llevar a donde la verdad lo guie.

El caso opuesto también nos resulta chocante a los no creyentes. Abandonar la razón y abrazar una confesión religiosa nos hace inevitablemente dudar de la salud mental del nuevo creyente, porque dar la espalda a la razón se nos antoja inconcebible sin haber perdido el juicio. Suponemos equivocadamente que el ateo lo es porque la busqueda de la verdad le ha llevado a adquirir el conocimiento necesario para abrirse camino entre las ridículas creencias de la confesión particular a la que fue expuesto en su infancia. El virus de la superstición religiosa sólo se combate con la medicina de la razón, aunque es imprescindible que el paciente quiera tomarse la medicina. Sin embargo puede suceder que aquel que dice ser ateo -y ciertamente lo es si no reza a ningún dios- no haya llegado a su posición frente a la religión por convicción si no por falta de adoctrinamiento. No se le enseñó a creer, pero tampoco se le enseñó a cuestionar lo irracional, y por tanto no está vacunado contra la religión. A falta de una terminología más amplia y precisa, se puede decir que no era un "verdadero ateo". Del mismo modo, se puede decir que no son verdaderos ateos aquellos que abandonan temporalmente la práctica de los rituales propios de su confesión, tal vez porque se han visto salpicados por algún acontecimiento trágico, como una muerte cercana o una grave enfermedad o accidente, cuyas consecuencias no logran comprender, y se produce en ellos un sentimiento de rencor hacia la divinidad que consideran no atiende a sus súplicas. Pasado el enfado, vuelven al redil porque su ateismo no estaba cimentado en la razón.

 
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Traducción de 'Atheism 101: Where does morality come from?', escrito por Staks Rosch y publicado en Examiner el 20 de junio de 2012.

Muchos creyentes parecen pensar que pueden dejar perplejo a cualquier ateo exigiendo saber de dónde proviene la moralidad. Si Dios no existe, ¿quién es el dador de la ley divina? Esta pregunta se contesta sola, en realidad. Si no hay Dios, entonces no hay un dador de la ley divina. Esto deja a muchos creyentes rascándose la cabeza preguntándose de dónde obtenemos los ateos nuestra moralidad.

Por supuesto, yo sostengo que los ateos obtenemos nuestra moralidad del mismo lugar que los creyentes (la mayor parte del tiempo). Sé que esto puede resultar chocante para algunos creyentes, pero no se consigue la moralidad de Dios o de la Biblia .

Desgraciadamente, muchos ateos tampoco saben de dónde viene nuestra moralidad, por lo que pensé en esforzarme por explicar en este rápido resumen dónde estamos en filosofía moral hoy. Sin embargo, el campo de la ética es bastante grande y por lo general tiene un estante completo o más dedicado en la mayoría de las bibliotecas y librerías, así que animo a la gente a ir y leer algunos de los libros de esos estantes para obtener una mejor comprensión de la filosofía moral. Hay un montón de libros de introducción a la ética allí también. Esto es sólo una respuesta corta a esta pregunta.

Una de las adaptaciones evolutivas humanas que nos han ayudado a sobrevivir y prosperar es nuestra capacidad de trabajar juntos en grupo. Es poco probable que seas capaz de encontrar una persona completamente autosuficiente. Todo lo que tenemos en nuestra sociedad, lo tenemos porque somos capaces de trabajar juntos. Porque los seres humanos somos criaturas complejas, necesitamos reglas que nos ayuden a lidiar con las complejidades de la vida cooperativa. Este es el principio de la moralidad.

El contrato social es un acuerdo tácito entre todos los miembros de la comunidad para ayudarnos a trabajar juntos. Aunque este contrato social es estupendo a primera vista, no es suficiente. ¿Qué sucede cuando los que hacen el contrato social lo hacen para favorecer sus propios intereses en lugar de los intereses de aquellos con menos poder?

Introduce los conceptos de equidad y justicia. Estos conceptos surgen de nuestro sentido de la empatía y la compasión. Hemos evolucionado hasta el punto en el que nos podemos imaginar lo que es estar en la situación de otra persona. No querriamos ser tratados injustamente nosotros mismos, así que cuando alguien está siendo tratado injustamente, por lo general sentimos compasión por él.

Sabemos por experiencias pasadas y mediante suposiciones razonables que ciertas acciones, actitudes y reglas no son útiles en la promoción del bienestar de los individuos y de la sociedad en su conjunto. Cuando las reglas son injustas, las personas que son tratadas injustamente tienden a sentir resentimiento y ese resentimiento no es útil a la sociedad en su conjunto. No hace falta decir que tampoco es útil para los individuos.

Es importante señalar que la moralidad no existe en un vacío. Si no existieran las criaturas sensibles (o sólo existiera una), entonces no habría necesidad de moralidad. Aunque hasta cierto punto se puede argumentar que la moralidad es una invención humana, no sería exacto afirmar que la moralidad se confeccionó de la nada a nuestro antojo relativista.

La moralidad no es más que nuestra comprensión de causa y efecto, junto con nuestro deseo de bienestar de la sociedad y los individuos en la sociedad. Esos deseos nacen de nuestro sentido de la empatía y la compasión por los demás. No hay dioses involucrados.