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Traducción de 'The Clergy Project: Do Atheist Clergy Change The Religion Game?', escrito por Greta Christina y publicado en su blog el 20 de junio de 2012.

¿Qué sucede cuando una persona del clero -un pastor, un sacerdote, un rabino, un imán- se da cuenta de que ha dejado de creer? ¿Y qué pasa cuando lo dice en voz alta? ¿Qué sucede cuando se encuentran unos a otros, cuando se apoyan mutuamente para hacer frente a sus crisis, cuando se ayudan con recursos, orientación laboral y asistencia práctica? ¿Qué sucede cuando se animan unos a otros a hacerlo público? ¿Podría esto afectar a alguien más que a si mismos y sus seguidores? ¿Podría cambiar la forma en que la sociedad en conjunto piensa y siente acerca de la religión?

Eso es lo que el Proyecto del Clero está descubriendo. En los últimos años, los ateos han sido noticia. Sin embargo, durante las últimas semanas, la atención de los medios de comunicación se ha centrado en ateos de una clase inesperada: los miembros del clero. Y en particular, la atención se va al Proyecto del Clero, un lugar de reunión en línea y grupo de apoyo que existe específicamente para estas adiciones inesperadas a las filas de los sindios.

El proyecto se inspiró en el estudio piloto de 2010 llevado a cabo por Daniel C. Dennett y LaScola Linda, "Predicadores que no son creyentes" [PDF en inglés], que expuso y exploró el fenómeno sorprendentemente común de los clérigos no creyentes. La necesidad de dar apoyo a estas personas -y si fuera posible, una estrategia de salida- fue inmediatamente reconocida en la comunidad atea, y la financiación inicial para el Proyecto del Clero fue proporcionada rápidamente por la Fundación Richard Dawkins para la Razón y la Ciencia. Fundado en marzo de 2011 con 52 miembros, el Proyecto del Clero en la actualidad cuenta con más de 270 miembros -y gracias a recientes noticias en MSNBC, NPR, Religion News o la CNN- las solicitudes de ingreso han ido aumentando a un ritmo aún más dramático.

La cascada de noticias comenzó cuando la pastora metodista Teresa MacBain llegó a la convención de Ateos Americanos, después del Rally de la Razón del pasado marzo, e hizo una dramática aparición no programada en el podio para anunciar que era atea. "Estar en un grupo de personas con las que pude compartir abiertamente sin temor a la persecución, me dio el coraje para revelarme", me dijo. "La oportunidad de estar delante de la multitud, salir como atea y compartir información sobre el Proyecto del Clero era demasiado buena para dejarla pasar. No podía aguantar más. Era ahora o nunca para mí. Cuando me  acercaba a ese escenario, sentí miedo como nunca."

MacBain había estado cuestionando su fe desde su adolescencia, cuando encontró contradicciones en la Biblia. "Fui a mi padre en busca de respuestas", dijo. "Él simplemente me dijo que los caminos de Dios son mucho más altos que los nuestros, que no podemos entender todo en la Biblia. Nuestra respuesta debe ser la fe, no la duda. Me dijo entonces que dudar era un pecado. Me fui ese día y reprimí los preguntas. Esta práctica me ha seguido durante décadas."

Pero con el tiempo, las preguntas aumentaron. Se libró de su literalismo bíblico, que en un principio le ayudó a resolver sus dudas acerca de las contradicciones bíblicas, pero esto pronto abrió el camino a otras preguntas. "Cosas tales como la teodicea, la cuestión del infierno, la omnipotencia de Dios y su falta de intervención en los acontecimientos trágicos, la historicidad de Jesús... todo esto salió a la superficie exigiendo una respuesta" dijo. "Mi trabajo para responder a estas preguntas se inició con la idea de que al descubrir la verdad, se crearía una fe más fuerte y me daría respuestas consoladoras para aquellos de mi iglesia que estaban tratando con los mismos problemas. En cambio, la verdad que encontré me llevó lejos de la fe."

Esta experiencia es común entre los miembros del Proyecto del Clero. La gente del clero, casi por definición, son personas que toman su fe en serio. Tienden a pensar cuidadosamente acerca de la religión. A menudo (aunque no siempre) estudian su religión al detalle. A diferencia de muchos creyentes, ellos en realidad leen la Biblia, la Torá, el Corán, o cualquiera que sea el texto sagrado de su religión. Piensan mucho sobre las preguntas que creyentes más informales están dispuestos a dejar pasar. Después de todo, es su trabajo.

Pero como muchos ateos te dirán, pensar cuidadosamente acerca de la religión es exactamente lo que les llevó a abandonarla. Cuando preguntas a los ateos, "¿Qué te hizo convertirte en ateo?" la lectura de la Biblia es uno de los más altos puntos de la lista. Y cuando le pregunté a Jerry DeWitt -director ejecutivo de Recuperarse de la Religión, licenciado del Proyecto del Clero y encargado de la criba de nuevos miembros- qué tipo de ideas y experiencias llevan con más frecuencia a los miembros del clero a cuestionarse y, finalmente, dejar su fe, respondió simplemente: "La incapacidad de la religión para dar respuesta o aliviar el sufrimiento humano."

Lawrence Hunter comparte esta experiencia. Un ex-pastor asociado en la denominación Pentecostal Negra de la Iglesia de Dios en Cristo, dice que un mal matrimonio "me permitió ver cómo la vida era en realidad, en lugar de las versiones de cuentos de hadas que se propugnan todos los domingos. Preguntas sobre el bien y el mal, la Biblia, el matrimonio, el sufrimiento, los diezmos, corrupción de la Iglesia y el infierno llenaron de mi mente. Me di cuenta de que necesitaba ampliar mi conocimiento."

Agrega que el fracaso de la religión para satisfacer las necesidades humanas básicas y el fracaso de los líderes de la Iglesia para vivir a la altura de las normas morales que exigen de su rebaño contribuyeron a su cuestionamiento. "Como predicador, pude ver que las oraciones no sanaban a las personas. A pesar de predicar sobre la riqueza, la única persona que recibe riqueza era el pastor. Pude ver que muchas, muchas personas tenian perturbadas sus facultades mentales y montones de problemas. Por no hablar de los escándalos y el adulterio. Esto me hizo mirar más profundamente y realmente descubrir la verdadera esencia de mi fe y por qué el Espíritu Santo no estaba en activo, como se supone que fue en los días de la Biblia. El resto es historia."

Y Catherine Dunphy, uno de los primeros 52 miembros del Proyecto del Clero, está de acuerdo. "Siempre fui curiosa acerca de la Biblia", me dijo, "y la leí, a pesar de que la Iglesia y sus sacerdotes dicen: 'No te molestes'. En ella encontré historias ridículas que sólo aumentaron mi confusión." Dunphy, ex-católica, también vió su fe sacudida por los escándalos de violaciones generalizadas de niños en la Iglesia católica, y por la inexplicable respuesta de la Iglesia a ellos. "El obispo de mi diócesis, un imbécil llamado Colin Campbell, emitió un comunicado diciendo que las víctimas fueron las responsables, ya que volvian al lado de los sacerdotes abusivos."

Pero para Dunphy, el último clavo en el ataúd de su fe fue darse cuenta de que las autoridades religiosas altamente entrenadas no tenian mejores motivos para sus creencias que nadie. "Recuerdo lo frustrada que me volvía en clase, ya que no me parecía que mis profesores tuvieran más autoridad que yo. Llegué a la conclusión de que todos éramos cómplices en la invención de estas cosas sobre la marcha."

Para muchas personas, el cuestionamiento y, finalmente, abandono de la religión puede implicar profundas luchas emocionales y psicológicas. Los ateos suelen decir que se siente alivio, incluso liberación, cuando finalmente renuncian a la disonancia cognitiva que la religión requiere, pero el proceso es a menudo difícil. Esto es aún más pronunciado en las personas del clero que, una vez más, tienden a tomarse más en serio la religión que el promedio de creyentes de la calle.

Pero para la gente del clero, esta lucha interna es sólo el comienzo. Para el clero, la pérdida de la religión no sólo significa hacerse preguntas como, "¿cómo puedo aceptar que la muerte es definitiva?" o "¿cuál es mi lugar en el Universo?" Significa preguntarse: "¿Cómo voy a pagar el alquiler?" Para la mayoría de los miembros del clero, revelarse como ateos significa la pérdida automática de sus medios de subsistencia. Sin embargo, ocultar su ateísmo significa vivir una mentira. Como MacBain dijo: "Una vez me di cuenta de que mi fe se había ido, comencé a buscar una salida. Mi conciencia me fastidiaba continuamente, pero sentía que las necesidades de mi familia requerian que hiciera el camino de salida lentamente. Tomé un trabajo temporal (tuve que trabajar 80 horas a la semana) con el fin de pagar algunas cuentas que harían más fácil la transición. Con el paso de las semanas, la agitación aumentaba de manera exponencial."

Y los miembros del clero que abandonan su fe no sólo se enfrentan a la pérdida de sus medios de subsistencia. Son propensos a perder la importancia y el respeto que se da comúnmente a los líderes religiosos. Y aunque cualquiera que se declare ateo puede ser blanco de hostilidad y fanatismo, la dosis de veneno es mayor cuando se trata de un miembro del clero. Cuando Teresa MacBain llegó a casa de la convención de Ateos Americanos, "Las autoridades de la iglesia había cambiado las cerraduras de la iglesia y me llevó casi dos meses recoger mis pertenencias. Mi servidor de correo electrónico, buzón de correo y de mensajes de voz se llenaba diariamente con amenazas veladas, declaraciones llenas de odio de mi muerte inminente y mensajes francamente desagradables. Un caballero me dijo que no podía esperar el momento de llegar al cielo, mirar hacia abajo y ver la carne quemada de mi cuerpo en el infierno."

Esto es exactamente por lo qué el Proyecto del Clero fue fundado. En esta comunidad en línea confidencial, los miembros puedan debatir libremente los problemas a que se enfrentan al dejar el ministerio y el establecimiento de una nueva vida. Esto implica apoyo emocional y psicológico, por supuesto -ayudar en la lucha frente a cuestiones éticas y filosóficas que a menudo surgen al convertirse en ateo, consejos sobre revelarse como ateo a familiares y amigos, y así sucesivamente. Pero también puede consistir en consejos prácticos y apoyo: los miembros pueden compartir ideas en la búsqueda de una salida del ministerio y en busca de nuevas carreras, y pueden compartir los recursos que los recién llegados al ateísmo no suelen tener en cuenta.

En este momento, el Proyecto del Clero es ante todo un grupo de apoyo. Sin embargo, la organización está trabajando para ampliar su alcance, para proporcionar una asistencia más tangible que los clérigos ateos tan desesperadamente necesitan. Se están preparando ahora para poner en marcha un grupo de recursos que incluye la preparación para nuevos empleos - preparación de curriculum vitae, técnicas de entrevista, contratación de empresas que trabajen con los miembros para guiarles-, así como consejería secular, trabajando con el Proyecto del Terapeuta para ofrecer los servicios de asesores laicos que están donando su tiempo a los miembros del Proyecto del Clero. Y están planeando -pronto, esperan- proporcionar capacitación para el trabajo, préstamos a corto plazo y alojamiento temporal para los miembros del clero ateos que quieran dejarlo.

Pero puede que tengan que trabajar duro para ellos. Nadie sabe a ciencia cierta cuántos miembros del clero son secretamente ateos (o están en la frontera, con serias dudas acerca de su religión). Sin embargo, casi todos con los que he hablado en el Proyecto del Clero tienen fuertes sospechas de que las cifras son altas, más altas de lo que nadie podría esperar. MacBain dice: "Definitivamente, es más común de lo que nadie piensa". DeWitt está de acuerdo: "Mi experiencia me dice que es muy común. En más de 25 años de ministerio he visto muy pocos ejemplos de otra cosa que ministros que viven vidas 'normales' a pesar de sus afirmaciones sobrenaturales. Tienen que ver la falta de congruencia." Y Dunphy está de acuerdo: "Antes de descubrir el estudio de LaScola pensaba que yo era algún tipo de rareza. Quiero decir, ¿quien entra en la teología y sale ateo? parece que un montón de gente."

El aumento del interés en el Proyecto del Clero parece confirmar esto. Desde que Teresa MacBain se reveló a sí misma en la convención de Ateos Americanos en marzo, 77 nuevos miembros se han unido al proyecto, y, en el momento de escribir estas lineas, hay 86 solicitantes más pendientes de las entrevistas. Como MacBain dice: "Esto parece indicar que hay cientos, si no miles, que se encuentran atrapados en el púlpito."

Entonces, ¿qué significa todo esto? ¿Por qué este asunto es importante, no sólo para los clérigos ateos, sino para cualquiera que se preocupe por la religión? Es importante porque, si los miembros del clero empiezan a abandonar públicamente la religión, el castillo de naipes podría colapsar.

Para la mayoría de creyentes, la religión no es algo que haya que pensar demasiado. Se quedan con la religión con la que se les crió siendo niños. La mayoría de creyentes tratan de seguir adelante con su día a día, y si les surgen preguntas difíciles acerca de su fe, a menudo asumen que sus líderes religiosos conoceran las respuestas, del mismo modo que asumimos que los pilotos saben cómo mantener los aviones en el aire. Tal y como Lawrence Hunter dijo, muchos creyentes "simplemente no pueden o no quieren hacer el trabajo de leer y de investigar sus creencias y otros aspectos de sus vidas. Es más fácil que se les diga a quién creer, votar, qué comprar, etc. La religión es el bálsamo que alivia las preguntas difíciles."

Pero, qué sucedería si las autoridades religiosas empiezan a reconocer que tampoco saben, si empiezan a reconocer que tienen las mismas preguntas y no han encontrado ninguna buena respuesta, si empiezan a reconocer que se las iban inventando sobre la marcha, si las autoridades religiosas comienzan a abandonar el acuerdo tácito entre ellos mismos de que estas preguntas y dudas se deben mantener entre sí y no deben ser compartidas con sus seguidores, si empiezan a decir en voz alta que la mejor respuesta que han encontrado a estas preguntas es "Dios no existe", si comienzan públicamente abandonar su religión y lo hacen en un número significativo. Va a ser mucho, mucho más difícil para los creyentes ordinarios aferrarse a sus creencias.

Yo estaba entre los espectadores en la convención de Ateos Americanos cuando Teresa MacBain salió al podio. Fue uno de los momentos más dramáticos y más intensos que he vivido. No hay muchas personas en el mundo que tengan tanto coraje, tanta integridad, tanta pasión por la verdad. No hay muchas personas en el mundo que estén dispuestas a arriesgarse a perder a sus familias, sus comunidades, su importancia, la base emocional y filosófica de sus vidas, incluso sus propios medios de subsistencia... porque priorizan la verdad sobre su bienestar personal.

Estas personas son una fuente de inspiración. Independientemente de lo que pienses de la religión o el ateísmo, son una fuente de inspiración. Y hay claramente un lugar en nuestra sociedad para ellos. Escucha a Lawrence Hunter: "Si yo fuera un pastor, que tuviera el control completo sobre mi iglesia, cambiaría el título de 'iglesia' por el de 'centro comunitario'. No predicaría la Biblia, citaría numerosas fuentes de literatura y sabiduría. Como afroamericano me centraría en los problemas de la  vecindad, como la pobreza, la falta de educación y una serie de males diversos. Desaparecerian los rituales tontos del bautismo y la comunión. Hay tantas cosas que las iglesias pueden y deben hacer para ayudar a sus comunidades, pero deciden ignorarlas."

Es evidente que hay un lugar en nuestra sociedad para estas personas. Y el Proyecto del Clero está tratando de crearlo.





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