Picture
Traducción de 'Atheism 101: Where does morality come from?', escrito por Staks Rosch y publicado en Examiner el 20 de junio de 2012.

Muchos creyentes parecen pensar que pueden dejar perplejo a cualquier ateo exigiendo saber de dónde proviene la moralidad. Si Dios no existe, ¿quién es el dador de la ley divina? Esta pregunta se contesta sola, en realidad. Si no hay Dios, entonces no hay un dador de la ley divina. Esto deja a muchos creyentes rascándose la cabeza preguntándose de dónde obtenemos los ateos nuestra moralidad.

Por supuesto, yo sostengo que los ateos obtenemos nuestra moralidad del mismo lugar que los creyentes (la mayor parte del tiempo). Sé que esto puede resultar chocante para algunos creyentes, pero no se consigue la moralidad de Dios o de la Biblia .

Desgraciadamente, muchos ateos tampoco saben de dónde viene nuestra moralidad, por lo que pensé en esforzarme por explicar en este rápido resumen dónde estamos en filosofía moral hoy. Sin embargo, el campo de la ética es bastante grande y por lo general tiene un estante completo o más dedicado en la mayoría de las bibliotecas y librerías, así que animo a la gente a ir y leer algunos de los libros de esos estantes para obtener una mejor comprensión de la filosofía moral. Hay un montón de libros de introducción a la ética allí también. Esto es sólo una respuesta corta a esta pregunta.

Una de las adaptaciones evolutivas humanas que nos han ayudado a sobrevivir y prosperar es nuestra capacidad de trabajar juntos en grupo. Es poco probable que seas capaz de encontrar una persona completamente autosuficiente. Todo lo que tenemos en nuestra sociedad, lo tenemos porque somos capaces de trabajar juntos. Porque los seres humanos somos criaturas complejas, necesitamos reglas que nos ayuden a lidiar con las complejidades de la vida cooperativa. Este es el principio de la moralidad.

El contrato social es un acuerdo tácito entre todos los miembros de la comunidad para ayudarnos a trabajar juntos. Aunque este contrato social es estupendo a primera vista, no es suficiente. ¿Qué sucede cuando los que hacen el contrato social lo hacen para favorecer sus propios intereses en lugar de los intereses de aquellos con menos poder?

Introduce los conceptos de equidad y justicia. Estos conceptos surgen de nuestro sentido de la empatía y la compasión. Hemos evolucionado hasta el punto en el que nos podemos imaginar lo que es estar en la situación de otra persona. No querriamos ser tratados injustamente nosotros mismos, así que cuando alguien está siendo tratado injustamente, por lo general sentimos compasión por él.

Sabemos por experiencias pasadas y mediante suposiciones razonables que ciertas acciones, actitudes y reglas no son útiles en la promoción del bienestar de los individuos y de la sociedad en su conjunto. Cuando las reglas son injustas, las personas que son tratadas injustamente tienden a sentir resentimiento y ese resentimiento no es útil a la sociedad en su conjunto. No hace falta decir que tampoco es útil para los individuos.

Es importante señalar que la moralidad no existe en un vacío. Si no existieran las criaturas sensibles (o sólo existiera una), entonces no habría necesidad de moralidad. Aunque hasta cierto punto se puede argumentar que la moralidad es una invención humana, no sería exacto afirmar que la moralidad se confeccionó de la nada a nuestro antojo relativista.

La moralidad no es más que nuestra comprensión de causa y efecto, junto con nuestro deseo de bienestar de la sociedad y los individuos en la sociedad. Esos deseos nacen de nuestro sentido de la empatía y la compasión por los demás. No hay dioses involucrados.


EGPRC
3/1/2015 12:59:49 pm

Los creyentes acusan a los ateos de no tener basamento para establecer una moral irrefutable. Pues lo comparto, no hay forma, o al menos no para los que nos consideramos libertarios. Ser libertario sugiere que se permiten cambios cuando se consideran necesarios, y que no se pretende poseer la verdad absoluta. Lo que sí se sigue es el principio de "no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti".

Los creyentes pretenden que con Dios puede hablarse de una moral objetiva, y con objetiva entiendo que se refieren a poder seguir algo al pie de la letra sin cuestionar lo que se hace, pero eso podría hacerse con cualquier ley que haya escrito alguna persona. Por otra parte, ¿cómo tienen la certeza de que lo que ellos consideran es una ley divina no fue escrita por algún humano?

Por lógica simbólica, respecto a una proposición p, sólo tenemos dos posibilidades: o se cumple p o no se cumple p. Entonces, la moral fue creada por Dios o simplemente no lo fue. Si no fue creada por Dios, entonces significa que no lo necesitamos para definir nuestros actos. Si fue creada por Dios, entonces podemos cuestionarnos su autoridad, porque nada garantiza que la moral que él nos impone sea "buena" o "mala" (aquí no podemos decir que de antemano Dios es bueno porque entonces estamos cayendo en el primer caso). Uno no puede saber si Él nos creó para torturarnos, en cuyo caso deberíamos oponernos a sus decisiones mientras podamos.

En la práctica, es mentira que se cumple una sola moral absoluta. Las leyes políticas no son iguales en todas partes, y además han ido cambiando durante el tiempo. Que las encontremos muy similares es consecuencia de que al final siempre buscan lo mismo, el bien común. Pero es mentira que todos están de acuerdo en lo que es dicho bien: por ejemplo, algunos consideran poco ético buscar venganza contra alguien si el mal ya está hecho, pero otros no. Sin embargo, en la sociedad en la que vivimos tenemos una forma de maximizar la cantidad de gente que estará de acuerdo en lo que es bueno. La gente debe regirse por las leyes escritas; escritas gracias a previa elección de votos mayoritarios de un selecto grupo, y que después sólo pueden ser modificas por personas que cumplan con ciertas características (estudios, títulos, etc.), las cuales se las damos los mismos humanos.

Si existiese alguna moral impartida por Dios, lo cierto es que los humanos actúan independientemente de que ella exista. En el caso de que Dios nos "configurara" el cerebro desde que nacemos para que actuemos siguiendo sus normas, ¿cómo se explicaría entonces la existencia de hombres que hacen daño a la sociedad? En el caso de que no estuviésemos configurados, la verdad es que también tenemos una percepción de lo que es bueno y lo que es malo sin que ésta sea impartida por Dios. Por ejemplo, en las escrituras religiosas encontramos a un Dios que en algunos momentos es bondadoso, y en otros es celoso, vengativo, asesino, etc. Muchos dicen que hay cosas que hay que aplicar y otras que sólo son metáforas que hay que saber interpretar, pero en ese "saber interpretar" ya está actuando nuestra conciencia para determinar qué debe aplicarse y qué no. Más aún, tanto ateos como religiosos suelen coincidir en qué partes de las escrituras Dios se comportó bien y en cuáles no, y esa forma de pensar no fue determinada por Dios porque de lo contrario estaríamos regresando al primer caso.

Tenemos además otro ejemplo conocido como el "dilema del tranvía". Quien lo desee puede averiguar de qué trata en Wikipedia. Lo que me interesa aquí es notar que siguiendo la moral enseñada por las religiones es difícil determinar cómo se debería actuar en cada caso. En las encuestas, la opinión mayoritaria coincide tanto para ateos como para creyentes, por lo que una vez más es evidente que poseemos un sentido de la moral sin que éste venga impartido por un relato teísta.

Reply



Leave a Reply.