Traducción de 'Search for truth leads to rejection of religion', escrito por Joshua Everett y publicado en LaCrosse Tribune el 10 de junio de 2012.

Soy un pastor cristiano evangélico fundamentalista, y ateo. Podría parecer carente de sentido leer una sentencia como ésta, pero un sorprendente número de pastores están rechazando las creencias religiosas. Ninguno de nosotros se convirtió en pastor pensando que podría abandonar la religión; éramos clérigos auténticos, fuertes, sinceros y fieles practicantes de nuestra fe. Cambiar nuestras mentes acerca de la religión no nos hace intrínsecamente malos o gente inmoral, faltos de caridad, deshonestos, hostiles, carentes de conocimiento o sentido común, desviados, o cualquiera de los otros epítetos utilizados con frecuencia para difamar a los no creyentes.

El Proyecto Clero (The Clergy Project) es una organización que ofrece una comunidad de apoyo para los clérigos y ex-clérigos no creyentes (ateos y agnósticos) de todas las  religiones y denominaciones en todo el mundo. La organización, que comenzó el 21 de marzo de 2011, cuenta con más de 260 miembros y recibe más de 40 solicitudes cada mes.

Los miembros del Proyecto Clero pasan por un extenso proceso de selección para garantizar que son en realidad clérigos o ex-clérigos no creyentes. Los miembros se clasifican como "activos" (el clero activo) o "ex-alumnos" (el ex-clero).

Esta organización no tiene la intención de hacer proselitismo o cambiar las creencias de los sacerdotes activos, sino de proporcionar un grupo de apoyo que les pueda ayudar en su intento de cambiar sus carreras religiosas por carreras seculares.

La idea de  clérigos en activo que ya no tienen creencias religiosas podría ser tomada como deshonesta. Sin embargo, hay que considerar todas las dificultades de su situación antes de dictar sentencia, así como recordar que tales cambios importantes en la vida son el resultado de largos procesos en lugar de decisiones rápidas.

Abandonar la religión de uno puede dar lugar a diversos tipos de consecuencias, incluso para los no clérigos, pero las consecuencias son mucho mayores para el clero. Muchos clérigos tienen familias que mantener, por lo que su preocupación principal es la búsqueda de empleo. Otra preocupación importante es la pérdida de los cónyuges, amigos y familiares que podrían reaccionar negativamente o con hostilidad a los cambios tan drásticos en las creencias religiosas.

 El miedo de perder a mis amigos y familiares y las posibles reacciones hostiles en la comunidad fueron las principales preocupaciones para mí. De hecho, cuando se habla de mi experiencia, soy atacado con frecuencia y pre-juzgado por los creyentes que parecen considerar mi cambio de mentalidad como un ataque a su identidad religiosa.

Los clérigos que participan en el Proyecto Clero están muy preocupados por mantener su integridad y ser honestos con sus familias y congregaciones. Sin embargo, también se siente responsables por tratar de mantener la unidad de sus familias y para satisfacer sus necesidades.

Por otra parte, la mayoría de los clérigos tienen títulos de seminarios que no son aplicables a las carreras seculares. Por lo tanto, los cambios de carrera para el clero a menudo conllevan empezar por completo con su educación, capacitación laboral y competencias profesionales. Este conflicto de responsabilidades, combinado con el estrés de cambiar la propia visión del mundo y las creencias, puede dar lugar a una gran cantidad de trastornos emocionales.

El Proyecto Clero ofrece una red de apoyo que puede proporcionar el estímulo, la fuerza y ​​el consejo de la experiencia a los sacerdotes activos que pasan por este proceso traumático.

Me involucré en el Proyecto Clero en el otoño de 2011 como ex-alumno -varios años después de abandonar mi carrera como pastor- con el fin de ayudar a los miembros activos a hacer una transición más fácil. Algunos miembros de mi familia han sido pastores cristianos evangélicos durante muchas generaciones, lo cual es un legado que me hacía feliz compartir.

Serví como pastor en varias posiciones como voluntario y personal durante varios años antes y después de mi ordenación, incluyendo una cantidad significativa de trabajo en misiones en América Central. A lo largo de la mayor parte de estos años, nunca  cuestioné mis creencias en absoluto. De hecho, amé la Iglesia todo el tiempo que estuve involucrado, y siempre recordaré mis experiencias con cariño.

Mi decisión no se debió a la comodidad y el sentimiento de comunidad que ofrece la religión, simplemente opté por seguir los hechos dondequiera que me llevaran. Me animaron en esta tarea varios versículos de la Biblia que incitan a la búsqueda de la verdad (Juan 8:32, Efesios 4:25, 1 Tesalonicenses 5:21).

Debemos reconocer el coraje que estos clérigos demuestran al seguir voluntariosos su compromiso con la verdad a pesar de la probabilidad de pérdida personal.

Cada vez que hablo de mi experiencia, la pregunta más habitual que todos tienen es "¿Qué te hizo cambiar de opinión acerca de la religión?" Al igual que la mayoría de los clérigos que participan en el Proyecto Clero, yo no llegué a ser un no-creyente debido a una tragedia personal, horribles experiencias con la religión, ignorancia de las Escrituras o la doctrina, o un deseo de librarme de las restricciones religiosas.

Un gran número de clérigos rechazan la religión como resultado de muchos años de estudio religioso serio. Rechazamos la religión por razones intelectuales más que por motivos emocionales. La pasión por la ética y la verdad que nos condujo a nuestras ocupaciones como clérigos también nos llevó fuera de la religión. Cuando me convertí en pastor, me comprometí con la verdad donde quiera que pudiera llevarme. A través de mis estudios religiosos, llegué a conocer la verdad, y la verdad me puso en libertad.




Leave a Reply.